NICARAGUA Y LAS CARRERAS TECNICAS
NICARAGUA Y LAS CARRERAS
TECNICAS
Juan Carlos Santa Cruz Clavijo*
El poder aprobar satisfactoriamente todos los niveles de
enseñanza existentes en un país es un reto para aquellos estudiantes que luego
aspiran a emplear de manera fructífera esos conocimientos. Aún más
reconfortante y meritorio son aquellos casos que se obtienen becas para
estudiar en el exterior del país, ya sea como maestrías o doctorados.
Tres ámbitos o instancias están siempre presentes,
particularmente en el bachillerato y la licenciatura. En primer término el
ESTUDIANTE, sus condiciones intelectuales, sus recursos socioeconómicos, la
orientación vocacional, su voluntad y visión personal del futuro profesional.
En segundo término, la CALIDAD DE LA ENSEÑANZA. Aquí va
incluida la formación profesional de los docentes, los recursos tecnológicos y
bibliográficos, así como el prestigio
institucional de cada centro de enseñanza. Todo se sintetiza en la
calidad del currículo (plan de estudios)
de cada carrera.
El tercer elemento se relaciona con el EGRESADO y las condiciones de recepción de la sociedad
para su inserción laboral. Esto trasciende a la institución que imparte la
docencia y se ubica en los aspectos estructurales de la sociedad.
Veamos cada uno de los tres aspectos y como estos se
articulan.
El estudiante.
Como en todos los países las condiciones socioeconómicas
juegan un rol destacado en el desarrollo curricular del estudiante. Por
supuesto que los dotes personales de inteligencia, interés y perseverancia no
lo dan los recursos económicos, pero estos generan las facilidades de acceso al
conocimiento por diversas vías.
Existen carreras que exigen dedicación a tiempo completo y
los materiales de estudio requeridos tiene un alto costo. Este es un primer
filtro que no se debe ignorar ya que implica una clara selección y perfila un carácter de
exclusión. De manera que la orientación vocacional encuentra su primer escollo
para aquellos estudiantes de nivel socio económico , medio bajo y bajo. Esta traba les llevará a
una segunda o tercera opción por carreras que no siempre son de su agrado. En
el otro extremo estarán los estudiantes que poseen recursos y buena orientación
vocacional que eligen de previo la universidad en que se van a matricular y la
carrera respectiva.
Una vez egresados, gran parte de los mismos, particularmente
los de nivel medio bajo y bajo, permanecerán en el desempleo. En tanto que los del estrato socioeconómico
medio y alto asumirán que el grado, es decir, el nivel de licenciatura es solo
un peldaño para aspirar a maestrías y doctorados en países desarrollados, ya
sea en Europa o Estados Unidos. Existen contadas oportunidades de becas para
egresados del estrato socioecómico medio bajo y bajo, y generalmente tienen
como destino países de américa latina.
Calidad de la enseñanza
La calidad de la enseñanza está presente en el nivel de
recursos socioeconómicos, humanos y materiales, incluyendo los tecnológicos.
Los docentes constituyen un eslabón vital, porque si no están provistos de los
conocimientos suficientes, las consecuencias pueden ser funestas en la
formación del estudiante.
En Nicaragua, muchos alumnos llegan a secundaria después de
haber cursado primaria con un 50% de maestros empíricos, es decir, no
profesionales. Luego se encuentran que en gran
parte de la plantilla docente solo posee nivel de bachillerato.
Mientras tanto en los colegios privados, especialmente entre
los más importantes en donde se paga mensualidades hasta de 500 dólares, los docentes de primaria y
secundaria han adquirido niveles de profesionalización, incluso en varios de
ellos la educación es bilingüe. Cuentan
con laboratorios, equipos informáticos, centros de documentación y bibliotecas en línea, así como tutores
personalizados para el reforzamiento de cada asignatura. Demás está decir que
cuentan con instalaciones deportivas y de esparcimiento que contribuyen a la
educación integral.
Las universidades públicas en Nicaragua, en general , tienen
un nivel de regular para abajo, salvo en las carreras de medicina e ingeniería que
compiten en el mercado laboral. Esos resultados nada gratos para quienes les
financiamos a través del presupuesto fiscal se relacionan con cierta
indisciplina laboral de los docentes, a quienes las evaluaciones del desempeño
no les llegan, pasando por las luchas por el poder en el caso de las elecciones
de autoridades en las que se involucran significativamente los estudiantes y
docentes.
En este contexto la calidad de la enseñanza deja mucho que
desear, y aunque parezca extraño no siempre forma parte de las principales
preocupaciones en el marco de la lucha de poderes, en donde no están exentos
los chantajes y pasadas de cuentas, particularmente de parte de los
estudiantes.
Es cierto que se ha avanzado en la creación de recintos en
varios departamentos, aunque cuanto más se alejan de la capital, es más débil
la calidad docente y sus frutos.
Luego están tres o cuatro universidades privadas que tienen
laboratorios y que de alguna manera se ubican en la media superior en términos de calidad académica. Finalmente más de
cuarenta universidades de muy bajo calidad académica y que popularmente se les
conoce en America Central como
universidades de garaje. Carecen de laboratorios, y de una planta
docente estable.
Al igual que todas
las demás universidades , los docentes
son captados por amistad. En general, en
Nicaragua, la institución por concurso de méritos y oposición para acceder al
cargo de catedrático está ausente. Amigos de decanos, directores de
departamentos y de docentes son los priorizados con solo la presentación de su
curriculum vitae , aunque como se sabe
éste no siempre refleja el perfil docente del titular.
En estas universidades privadas, de escaso reconocimiento,
no existen de especialistas en
determinadas asignaturas que con el tiempo van acumulando experiencia docente.
Se trata de profesores horarios que se les contrata por cuatrimestre o
semestre, y luego vendrá otro, y otro y así sucesivamente. A veces se trata de
profesionales que conocen las temáticas impartidas pero que desconocen en
absoluto el significado de la pedagogía y la didáctica.
Las condiciones de empleo del egresado
El primer escollo para la inserción laboral de un egresado
es el bajo perfil de sus carreras, destacando las relacionadas con las
humanidades, pero no son las únicas. Por
ejemplo, administración de empresas en un país donde lo que más existen son las
microempresas con fuerte presencia familiar. Las empresas grandes son escasas,
y por lo general ya tienen sus vacantes llenas. En una palabra, el mercado no
tiene capacidad de absorción de la inmensa mayoría de los egresados, que para
colmos sufren mucho al solicitar trabajo porque lo primero que se requiere es tener experiencia laboral. Y eso viene
ocurriendo año tras año, de manera que el peregrinar de egresados en busca de
trabajo es una constante.
El resto ya se sabe, migran para lavar platos en países
desarrollados, o trabajan como mano de obra en cualquier cosa, menos en lo que
estudiaron. Cuando no existe un proyecto claro de articulación de las
profesiones con el desarrollo del país, esto es lo que por lo general ocurre.
La enseñanza técnica
El gran negocio de las pequeñas universidades, como empresas
rentables, está en auge en Nicaragua, y lo preocupante es que operan con el
visto bueno del Consejo Nacional de Universidades que es la instancia rectora.
Este impulso ha terminado por aplastar lo poco medianamente aceptable que
existía en término de técnicos medios. Estas universidades venden publicidad
con el boon de las licenciaturas que es acogido por las familias de estratos
medios y bajos como una solución para que sus hijos “sean alguien en la vida”.
Para esas mismas
familias un artesano especialista en la confección de hamacas con destino
turístico no es ese “alguien en la vida”. Igual criterio negativo está referido
a todo lo que es técnico medio, como carpinteros, mecánicos, electricistas,
soldadores, especialistas en aires acondicionados, técnicos veterinarios,
especialista en derivados de la leche, silvicultura, maestros de obra, técnico
en industrias navales, y en fin, todo lo relacionado con la actividad
productiva y de servicios existentes en el país.
La cruda realidad es que por un lado hay un aumento en el
alumnado en carreras técnicas, incluyendo un sistema de becas, pero la calidad
de los mismos no es la adecuada. Sencillamente porque la formación docente deja
mucho que desear, es decir, carece de la calidad competitiva requerida, entre
otras cosas, por su bajo nivel, y por estar mal remunerados.
Podría decirse que la enseñanza técnica está en pañales, con
débil formación docente, incipiente desarrollo curricular, carencia de
tecnologías de apoyo, ya sea informática, de maquinaria y equipo, pasando por
la infraestructura edilicia. De manera
que siempre se debe tener presente que no es el número de estudiantes, ni las
becas, las que definen el nivel de calidad de la enseñanza técnica. Si no hay
una formación docente adecuada y bien remunerada, es poco lo que se puede
esperar.
A manera de reflexión
Todo el sistema de enseñanza superior y técnica en Nicaragua se asemeja a una gran
mole difícil de mover. El sistema educativo superior no ha logrado desmontar la
estructura curricular de toda la década
de los setenta, por más que se diga lo contrario. Se siguen ofertando carreras
que no tienen ningún futuro laboral en el país. Se continúa gastando dinero del
presupuesto fiscal en estudiantes que no podrán insertarse en el mercado
laboral.
La enseñanza técnica está devaluada objetiva y
subjetivamente. Mientras tanto, serán estos técnicos que seguramente vendrán de
otros países, los encargados de las infraestructuras y servicios técnicos que
pronto requerirán los mega proyectos como el canal interoceánico.
De nada sirve gestionar
becas y aumentar el número de alumnos en carreras técnicas si
no existen planes de estudio consistentes, y docentes de calidad académica,
pedagógica y didácticamente, amén de la
especialidad respectiva, incluyendo salarios dignos.
El aspecto subjetivo, referido a la aceptación de las
familias, tendría que comenzar por la gestión de becas de tiempo completo para
que el estudiante pueda incorporarse en pasantías de proyectos empresariales e
institucionales que le permitan plasmar conocimientos y vincularse al medio.
A pesar de que existe una especie de tabú sobre el seis por ciento del presupuesto fiscal otorgado a ciertas
universidades, sería imprescindible abordarlo
en una discusión transparente en los aspectos financieros,
principalmente el dinero utilizado en carreras que no logran insertarse en el
mercado, y que esas universidades asuman el costo del fortalecimiento de ciertas carreras de nivel
medio que perfectamente pueden articularse en algunas facultades.
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Sociólogo. Docente universitario.
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